Yo sé como susurrar y yo sé como gritar. Yo sé dónde encontrar las respuestas y yo sé como mentir. Yo sé como fingirlo y yo sé como intrigar. Yo sé cuando enfrentar la verdad y yo sé cuando dormir. Yo sé donde tocarte. Yo se que demostrar. Yo sé cuando traerte cerca y yo sé cuando permitirte salir. Yo sé que la noche se está desvaneciendo y sé que el tiempo va a volar. Yo nunca te voy a decir todo lo que tengo que decir, pero debo dar una prueba más a lo que somos. Yo conozco los caminos a las riquezas y yo conozco los caminos a la fama. Conozco todas las reglas y sé como romperlas. Y siempre conozco el nombre del juego. Todas las veces que te veo, los rayos del sol se están vertiendo a través de las ondas de tu cabello y cada estrella del cielo están apuntando a mis ojos como un reflector. El latido de mi corazón es un tambor, está perdido y está buscando un ritmo que suene como tú. Puedo tomar la oscuridad en el abismo de la noche y convertirlo en un faro ardiente eternamente luminoso, tengo que seguirlo porque es lo único que conozco bien, no es nada hasta que te lo dé. Puedo hacer tropezar a quien corre. Puedo hacer la última cuadra de mi vecindario. Puedo hacer cada atajo al sonido de un silbato. Puedo hacer mecer a todos los estadios. Puedo hacer esta noche por siempre o puedo hacerla desaparecer al alba. Puedo hacer todas las promesas que nunca han sido hechas y puedo hacer que se vayan todos tus demonios. Pero lo único que no sé es como dejarte solo. Y nunca te dejare caer ni desvanecer.